La ciencia de superar el miedo


El coraje es esencial para todo inversor. Poner dinero, tiempo y energía en un proyecto sin garantía de rentabilidad es aterrador. Ese miedo impide a muchas personas siquiera empezar en el sector. El coraje surge de la práctica rutinaria de superar el miedo para hacer las cosas que sabes que te acercarán a tus objetivos.


¿De qué tienes tanto miedo?


El miedo es incómodo. Se manifiesta en todas las áreas de nuestra vida (social, profesional e íntima) y no hay mucho que podamos hacer para controlarlo cuando surge. En la inversión inmobiliaria, superar el miedo es fundamental para pasar de la simple tarea de encontrar un acuerdo y asegurarlo a cerrarlo.

Consideremos algunos de los temores que conlleva la búsqueda, suscripción y cierre de un trato:

  • Búsqueda de personal: miedo a parecer un impostor, miedo a no encontrar buenas ofertas, miedo a que tu empleador descubra que estás trabajando duro por tu cuenta, miedo a pasar demasiado tiempo buscando personal y no suficiente tiempo con la familia.
  • Suscripción: miedo a no tener suficiente información o la información correcta, miedo a no ver los elementos más importantes en el recorrido por su propiedad, miedo a comprometerse demasiado en la proforma operativa, miedo a perder la fecha de oferta
  • Cierre: miedo a negociar un trato deficiente, miedo a perder pasos importantes en la transición, miedo a prometer demasiado a los inversores, miedo a no obtener un préstamo a tiempo, miedo a perder sus depósitos, miedo a gastar demasiado dinero en la debida diligencia

Por encima de todo, el mayor temor puede ser uno que ni siquiera consideras: el miedo al éxito. El éxito es un arma de doble filo. Viene con muchos beneficios, pero también conlleva nuevas responsabilidades. Nuestro mundo de gratificación instantánea nos entrena para esperar resultados inmediatos. Una recompensa inmediata viene con una responsabilidad instantánea, lo cual es paralizante. Tu vida es cómoda en este momento.


Aunque te encantaría tener los beneficios del éxito, es natural sentir miedo del cambio que viene con él.

La buena noticia es que el éxito requiere tiempo y trabajo duro. No eres la misma persona que eras hace cinco años y no serás la misma persona dentro de cinco años. Nuevas responsabilidades pasarán a formar parte de tu vida cuando deban hacerlo.


La base fisiológica del miedo


El miedo tiene una función evolutiva muy importante. Activa una variedad de respuestas fisiológicas ante amenazas activas en las que nuestra vida corre peligro inminente, como un posible ataque físico. De manera similar, las amenazas más pasivas y a largo plazo desencadenan respuestas de estrés que motivan diferentes acciones, como trabajar para ganar dinero y mantener a una familia. El reflejo y el instinto son las dos respuestas al miedo que desencadena el cerebro reptil. El reflejo es la acción instantánea e incontrolable que te protege de sufrir daño, como parpadear o respirar. El instinto es una acción más controlable que desencadena una respuesta practicada o aprendida ante amenazas potenciales, como desviarse para evitar que un coche se incorpore a nuestro carril.


Aprendemos a temer la mayoría de las cosas durante nuestra crianza y socialización. El desarrollo infantil es un magnífico ejemplo de aprendizaje y superación del miedo. Muchas de las funciones humanas que damos por sentadas requieren años de práctica y fracaso para llegar a dominarlas. Caminar, hablar, leer, escribir, aprender y muchas otras parecen aspectos naturales de la vida. Sin embargo, estas características evolucionan a medida que crecemos.

Los bebés se caen mucho cuando aprenden a caminar.


La inclinación natural de los padres es apresurarse y hacer un gran alboroto por la caída para proteger a su hijo. La mayoría de las caídas no son dolorosas, ya que el niño está cerca del suelo y bien protegido. Sin embargo, los padres que reaccionan exageradamente corren el riesgo de enseñar a sus hijos a tener miedo de correr riesgos para su desarrollo. Piense en los miedos que ha acumulado con el tiempo. Lo más probable es que los haya aprendido a partir de fallar y darse por vencido. El castigo por darse por vencido no fue tan malo como el dolor esperado del fracaso.


Control


El miedo vincula la depresión y la ansiedad. La ansiedad es el resultado del miedo al futuro, mientras que la depresión surge del miedo al pasado. El control es una característica común de ambos. No tienes control sobre el pasado. Lo hecho, hecho está. La historia que cuentas sobre tu pasado tiene una gran influencia en el tipo de persona en la que te conviertes.


La historia personal se puede interpretar de diversas maneras, tanto de forma positiva como negativa. Si se le da demasiada importancia a las interpretaciones negativas, el resultado será un estado depresivo en el presente. El estado actual tiene mucho que ver con el futuro. Una actitud positiva te motivará a tomar medidas productivas para alcanzar tus sueños, mientras que una actitud negativa te mantendrá atrapado en los miedos del pasado. Por lo tanto, la ansiedad surge de no tener idea de si tus acciones generarán los resultados que deseas.


Este miedo es paralizante para muchos. Superar el miedo al futuro es una cuestión de mover el eje de control desde afuera hacia adentro.


Superando el miedo


Las personas crean canales cómodos en su rutina diaria que ayudan a evitar situaciones aterradoras. Tenemos excusas preestablecidas y bien razonadas para hacer cumplir esos canales. Sin embargo, la única forma de superar el miedo es mediante la ingeniería inversa de la fuente. El coraje surge de comparar tus valores con tus miedos y determinar qué valores deben predominar. Esto es difícil, y las primeras formas de coraje son estrictamente un ejercicio de fuerza de voluntad.

Dicho esto, el primer paso elemental para superar el miedo es identificar tus valores y decidir que son más importantes que cualquier otra cosa en tu mundo.


Más allá de eso, la única manera de eliminar el miedo es hacerlo aburrido.


Define tus miedos


Piensa en algunos de los miedos que tienes en la vida: las arañas, las alturas, nadar, la oscuridad, etc. En la mayoría de los casos, sabes que estos miedos no están bien fundados. En el contexto adecuado, no hay peligro. Aun así, los evitas porque la incomodidad de la confrontación es mayor que el beneficio de eliminar el miedo.

Tus miedos te impiden alcanzar tus sueños. Son tuyos hasta que decidas que ya no los quieres.


La mayoría de los miedos residen en el subconsciente y, de manera inconsciente, creamos rutinas y hábitos que nos ayudan a evitarlos. Por lo tanto, a la mayoría de las personas les resulta difícil ver por sí mismas las cosas que las frenan.


Tómate un tiempo (después de leer esto) para hacer una lista de todos los miedos en tu vida.

Pídeles a tus familiares, amigos, colegas y mentores su opinión sobre las cosas que te frenan. Lo más probable es que puedas relacionarlas con un miedo que creaste sin que lo supieras cuando eras mucho más joven.

Una vez que hayas identificado el miedo, relaciona esos miedos con el peor escenario posible si actúas contra ellos y con el beneficio de superarlos. Probablemente te darás cuenta de que el peor escenario posible no es tan malo y que las ventajas son mucho mayores.


Eliminar la novedad


¿Puedes recordar el primer día de tu primer trabajo real?


Si eres como la mayoría de las personas, el primer día de tu primer trabajo real fue abrumador. Las personas que creías que eran tus amigos comenzaron a darte mucho trabajo para hacer. Pensabas que esperaban que supieras exactamente lo que estabas haciendo. Esperabas que la fecha límite fuera ayer y pensabas que no podías pedir ayuda.

El aburrimiento y el estrés llegan rápido y fácilmente a la mayoría de las personas en su primer día de trabajo.


Esta es una receta para una ansiedad y un estrés tremendos. Sin embargo, necesitas el trabajo para pagar tus cuentas, así que aguantas.


Las cosas empiezan a cambiar con el tiempo. Empiezas a enfrentar y eliminar sistemáticamente cada pequeño miedo que aplasta tu alma a lo largo del día. Es más importante ser feliz en el trabajo que tener miedo, así que te enfrentas a ese miedo.


Al principio, nada es fácil. De hecho, se supone que tu experiencia debe ser terrible cuando empiezas. Así es como sabes que lo estás haciendo bien.


Descubrirás que el coraje se vuelve más fácil cuanto más te expongas a la situación aterradora. Las conversaciones se vuelven más fáciles cuanto más levantas el teléfono para llamar a alguien que no conoces. El análisis se vuelve más natural con cada nueva hoja de Excel que abres.


La exposición crea nuevas vías neuronales que revelan que tus miedos no son más que una manifestación de ti mismo, lo que, a su vez, mejora tu alfabetización emocional.

No puedes llegar a ser excelente en algo si nunca entras al campo.


Entrena tu respuesta


Tu respuesta a los estímulos externos te define. Todos conocemos a personas a las que les han pasado cosas terribles, pero siguen adelante con una actitud alegre y utilizan esas experiencias para impulsar una vida plena. Del mismo modo, conocemos a muchas más personas que utilizan su experiencia como excusa para explicar por qué no tienen todo lo que quieren en la vida.

Los programas de doce pasos, como Alcohólicos Anónimos, funcionan guiando a las personas a través de un sistema de identificación y confrontación de sus respuestas aprendidas a los estímulos externos. Utilizan afirmaciones positivas, tutoría y rendición de cuentas para redirigir la energía ansiosa hacia medios productivos. Desaprender una conducta requiere tiempo y práctica.


La atención es la herramienta más poderosa para superar el miedo. La National Science Foundation publicó un artículo en 2005 que sugería que el ser humano medio tiene 60.000 pensamientos al día. Además, la mayoría de estos pensamientos son repetitivos, lo que significa que estás pensando en lo mismo todo el tiempo y en realidad no te das cuenta. La atención a tu mente es esencial para controlar tus miedos. Desafortunadamente, nuestro mundo cada vez más secular se alejó rápidamente del enfoque interno a través de la meditación y la oración. Hoy, el mundo externo, centrado en lo material, de las redes sociales, la televisión de realidad y las noticias sensacionalistas domina la mayor parte de nuestra atención.


Estos se adhieren a tus miedos aprendidos y los perpetúan. Gana control de tus pensamientos practicando la atención plena. Una rutina de meditación constante le enseñará a tu mente consciente a captar tus reacciones instintivas, lo que te permitirá reposicionar tu pensamiento en el momento preciso.