Elimina estas 5 frases de tu vocabulario hoy


El vocabulario es la ventana de tu alma. Permite que los demás vean tu genialidad y define cómo percibes el mundo que está fuera de tu mente. Las personas que te influyeron en el pasado, como tus padres, maestros y jefes, te dieron el vocabulario que utilizas hoy. Sin embargo, tienes la opción de elegir si usas o no las palabras que te empoderan y en qué medida las usas en lugar de las que te agotan. No es fácil cambiar tu vocabulario. Se necesita mucho trabajo y práctica consciente, pero tu vida cambiará cuando domines tu forma de hablar.


Las siguientes 5 frases agotadoras son las más fáciles de captar. También te sorprenderá lo empoderantes que pueden ser sus contrapartes positivas.


1. No puedo


Es un cliché total, pero la verdad es que tienes todo lo que necesitas para ser la persona que quieres ser. Por lo general, lo único que te detiene es una mentalidad de “no puedo”. Cualquier tarea, proyecto o misión requiere un cierto nivel de competencia. Es posible que hoy no tengas toda esa competencia, pero una decisión de lograrlo sacará a la superficie todo lo que necesitas. Cambia tu mentalidad a “cómo puedo” cada vez que escuches o sientas que estás pensando “no puedo”.


2. No sé…


Nadie lo sabe todo. De hecho, a medida que profundizas en tu genialidad, te vas cerrando más al mundo. En consecuencia, puedes terminar sabiendo menos sobre más cosas, mientras que sabes más sobre menos cosas. Esto nunca debería ser una excusa para aprender sobre algo que es importante para ti. Cuando “no sé” significa “debería saberlo”, entonces tienes un simple siguiente paso: ir a averiguarlo. En ese caso, puedes reemplazarlo con “no estoy 100% seguro de eso; te responderé más tarde”.


De lo contrario, cuando “no sé” en realidad significa “no me importa”, generalmente puedes ofrecer una presentación de alguien o un recurso que pueda brindar la noticia correcta.


3. Lo siento


“Lo siento” es una de las palabras más usadas y diluidas. Estoy segura de que alguna vez tuvo un significado, pero ahora, simplemente drena tu poder en casi todas las interacciones. Lo decimos por las cosas más insignificantes, como interponernos accidentalmente en el camino de alguien o no cumplir con una fecha límite arbitraria. Sentir remordimiento no es algo malo, pero tu mente generalmente le asigna más significado que tu intención. La solución es simple, pero requiere algo de trabajo y creatividad. Simplemente reemplaza el remordimiento por gratitud.


Algunas ideas:

  • “Lo siento, llego tarde” puede ser: “Gracias por tu paciencia”.
  • “Lo siento (me interpuse en tu camino)”, puede ser: “Disculpe”.
  • “Lo siento, no escuché eso”, puede ser: “Repítelo, por favor. Gracias”.

Obviamente, esto sólo ocurre cuando es apropiado. Hay situaciones que justifican una disculpa sincera, pero son más raras de lo que crees.


4. Tengo que…


No necesitas hacer nada. Todo en la vida es una elección. Tú decides levantarte de la cama, organizarte para el día, conducir hasta el trabajo a una hora determinada y hacer todas las tareas que haces a lo largo del día. Eres responsable de tus acciones, incluso cuando sientes que no hay opciones. Sin embargo, la otra cara de esas acciones son las consecuencias. Vivir en un mundo de “tengo que” o “necesidad” agota tu poder.


Entrena tu mente para que no tengas control sobre tus acciones. El contrapeso a esto es “elegir” o “llegar a”.


5. Inténtalo


Intentar no tiene sentido. O lo haces o no lo haces. La gente dice: "Lo intentaré", cuando en realidad quiere decir: "No voy a hacer eso y, si lo hago, probablemente no rendiré al nivel que tú quieres". Es una evasiva total y una pérdida de tiempo para todos. Es lo más sencillo que puedes cambiar en tu vida. Muévete hacia un mundo binario de "sí y no" para escapar del perpetuo "tal vez".


Hazlo o no lo hagas. Es así de simple. Cada vez que sientas que estás pensando en “intentarlo”, considera todas las demás opciones. ¿Realmente quieres hacerlo o estás buscando una manera fácil de decir “no”?